lunes, 31 de octubre de 2016

Tarta Nermal

Como muchos os habréis fijado, cada cierto tiempo me piden que haga una tarta basada en el comic de Garfield. Eso es porque conozco a un par de fans del mismo a los que les encanta regalarse tartas sorpresa que incluyan al gato naranja de algún modo.



Sin embargo en esta ocasión lo que querían era que la tarta, en vez de centrarse en Garfield, estuviese basada en uno de los personajes secundarios, Nermal, con el que se identificaba la cumpleañera.

Resulta que durante muchos años ella pensó que Nermal era una gata, error muy común con este personaje que aunque macho, realmente es bastante confuso. Por eso, cuando su marido me pidió la tarta, la única premisa que me dio fue que acentuase la femineidad del gatito (de ahí el lazo de la cabeza), el resto del diseño lo dejaba a mi imaginación.


Así que, después de revisar varios comics que tenía ya bastante olvidados, decidí centrarme en una de las cosas que mas recordaba del personaje, que era el recurrente hecho de que Garfield intentase mandarlo a Abu-Dhabi para deshacerse de él, por robarle protagonismo frente a su amo Jon.


Por ello hice una tarta cuadrada con forma de caja de envío, similar a la de las viñetas, y metí la figura dentro de ella. Luego para crear el efecto de que el muñeco estaba de verdad dentro de la caja, le puse fondant imitando virutas de envío. Tras varios intentos que no me convencieron, decidí coger la extrusora y hacer tiras largas de cordón trenzado que luego recorté para simular viruta. Quedó bastante bien aunque un poco grande, por lo que creo que si ahora, casi un año después, tuviese que repetirlo lo que haría sería coger un trozo de fondant y rallarlo con un rallador de queso.


Por lo demás, la caja la forré haciendo cada lado de forma independiente. Esto le dio un toque mas real y me ahorró tener que dedicar bastante tiempo sacar los bordes rectos con una paleta, cosa que hubiera tenido que hacer de forrarla del modo convencional.


Para finalizar la decoración, cogí una base cuadrada de porexpan y la forré para simular la tapa. Esta solución es lo mas aconsejable cuando se hacen tartas con forma de caja ya que te permite colocarla encima o a un lado de la tarta sin que su peso la aplaste. Para la etiqueta escribí con un rotulador comestible sobre una hoja de papel de azúcar. Esto lejos de quedar cutre le dio un toque muy realista y como además empleé la misma caligrafía que en el cómic, quedó perfecto en la tarta.



Por último, como querían conservar el muñeco de azúcar y no encontré la forma de encajar la figura entera sin destrozar la tarta o que quedase raro, opté por modelar un cuerpo a parte de manera que, una vez cortada la tarta, solo hubiese que hacer un “traspaso” de cabeza del torso encajado en la tarta al cuerpo entero externo.

Desgraciadamente con las prisas se me olvidó hacer una foto de la figurita suelta y solo tengo esta imagen que me facilitó la cumpleañera.


La originalidad de esta tarta gustó mucho en las redes sociales y muchos seguidores del cómic alabaron que me hubiese basado en las viñetas del envío a Abu-Dhabi.

   Luz Ignesón

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